domingo, 20 de diciembre de 2009
26 vueltas sobre uno mismo sin dormir.
Otra vez es de noche. Llevo puesto el pijama que te deje para que durmieses la ultima noche que pasaste conmigo, y que aun guarda tu olor. Eso hace que piense en ti. Pero no es fácil. 26 dias sin dormir bien son demasiados días. Demasiadas horas atrapado en mi cabeza. Demasiadas personas para una habitación. Pensamientos vienen y van. De un lado para otro.¿Quien eres?¿qué haces?¿Qué quieres? Soy tú. Otro pensamiento. Otro camino. Lo que podíamos haber sido. Lo que aun seremos. Lo que soy. Lo que eres. Las partes rotas de una persona, remendadas con tiritas. Casualidades y azares, eso que algunos llaman serendipia. Una mano puesta en el lugar de un pie. El pie no es un buen pabellón auditivo, y la oreja no distingue tan bien los sabores como mi vieja lengua de toda la vida que no recuerdo donde he puesto. Pero la nariz sigue en su sitio, y eso es bueno, porque por lo menos así te huelo. Y tu olor me devuelve a la realidad. Otra noche en vela. ¿A que juegan los murciélagos cuando nadie mira? Dos personas opuestas compartiendo un mismo espacio. La persona que sabe como arreglar el mundo. La persona que no sabe arreglarse a si mismo. Pasan tanto tiempo enfrentados que no les queda energía para nada más. El genio y el poeta. El mendigo y el soldado. El bufón y el ladrón, y no se porque eso me recuerda una canción. Y a una risa. De pronto tengo miedo. Tarareo un lamento alegre que nadie oye. Es de color azul. Añil. Violeta. Violeta. El olor. Me acuerdo. Es tu olor, que me abraza, que me trae de vuelta como las migas de pan a aquellos dos hermanos, pero mejor, porque tu olor no se lo lleva ningún pájaro. Estoy aquí. Escribiendo. Pensando en ti. ¿En que piensas tu? 15º cada hora. Es la velocidad a la que giran las almas. No podemos hacer que el mundo deje de girar, pero a mi me parece que ahora esta parado, que hace rato que no gira. Congelado entre segundos. Sigue siendo de noche desde hace muchos días, porque alguien a hechizado al sol para que deje de salir. El genio. Es un simple problema de física, de biología, son números y elementos químicos combinados de distintas maneras. El Poeta. Todo eso da igual, los números son arbitrarios, todo tiene un orden aunque este sumido en el caos, es la belleza de la incertidumbre. El mendigo. Necesito alimentarme, resguardarme del frió, encerrarme en mi mismo hasta caerme por las grietas de la acera. El soldado. Odio hacia uno mismo. Autodesprecio justificado. Levántate y pelea. Sin rendición. Sin retirada. El bufón. Ningún chiste es tan gracioso como aquel del que no puedes escapar. El ladrón. Es imposible conseguir el trozo que falta para que todo funcione. Olor a realidad de color verde pistacho me hace volver sobre mis pasos. 26 días sin dormir. Eso son dos veces trece. ¿Es el doble de mala suerte? A lo mejor es como en matemáticas, menos por menos es más. Necesito dormir. Sentir tu abrazo. No se porque, pero tengo la sensación de que en algún lugar un gato en una caja que no esta ni vivo ni muerto se esta riendo de mi. Sera eso que llaman incertidumbre.
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La primera vez que leí este relato, pensé en él como una especie de laberinto... en algo demasiado complejo incluso como para poder mantener la atención en determinados puntos del mismo.
ResponderEliminarAhora lo vuelvo a leer y me acuerdo de ese truco que me diste para escapar de los laberintos de la vida: recorrerlos con la mano pegada a la pared.Y esa es la táctica que empleo a la hora de enfrentarme una vez más a esta lectura, y todo se torna mucho más claro, se puede salir, se puede ver la luz del sol.
PD: " Eso hace que piense en ti. Pero no es fácil."
AY QUE VER.
ld.