lunes, 2 de diciembre de 2013

Triste y breve historia...



Hubo una vez una caballero enmascarado que conoció a una joven Princesa de Las Amapolas. El caballero estaba bajo el conjuro de una malvada bruja y había perdido su cara. La bella princesa quiso salvarle y devolverle su rostro. En el proceso se enfrentaron a monstruos de 13 lenguas, a dragones, brujas, consiguieron encender el sol de nuevo y en el camino se enamoraron.
Poco a poco, el enmascarado fue recuperando su rostro, pero por desgracia, tardo demasiado en conseguirla, y para cuando lo consiguió, la princesa había caído en un nuevo y macabro embrujo y había olvidado el amor que sentía por su caballero... o simplemente no era un embrujo, y tan solo se canso de esperar a que el caballero le mostrase su verdadera cara. Lo que la vida te da, la vida te lo quita. Y el caballero quedo relegado a una cárcel de ámbar de la que no podía salir, a la que la luz no llegaba. Y ahí quedo atrapado para siempre, con una amapola de sangre gravada en el corazón. Sin que nadie apareciese para salvarle. Y es que normalmente nuestros propios demonios son los que nos vencen y nos condenan alejándonos de lo que más queremos.

lunes, 10 de junio de 2013

Victoria Final

Hoy es lunes 23 de Agosto, pero no un lunes 23 de Agosto más. Hoy es el día que señale en el calendario para mi victoria final. Para la victoria por la que todo el mundo hablara de mi, del gran Victor Rochafort , de como vencí a la mediocridad, la banalidad y todo lo que ha rodeado y limitado a la humanidad a lo largo de la historia. El día en que vencí a la muerte. El día en que decidí robarle a la parca su victoria final. El día en que me impuse, y decidí morir. Hoy es lunes 23 de agosto y he desayunado tostadas, huevos revueltos, un pomelo y una camarera. Me pregunto si sera capaz de mirar a su madre a la cara después de lo de esta mañana.

Al salir de su casa me dirigí hacia Notre Dame. Atravesé calles cruzándome con cientos (¿miles?) de personas. Pobres. Probablemente no hayan decidido nada en su vida. Siempre presas de los convencionalismos sociales, leyes físicas... buagh. Tan insulsos todos ellos. Tan... mediocres. Con sus ropas baratas, sus costumbres de bárbaros. ¡Cuan por encima de ellos me hallaba!

Tarde 23 minutos en llegar a mi destino. Había escrito 23 cartas de despedida explicando mis motivos. Llegarían en un par de días, aumentando el mito y la épica de mi hazaña y 23 son los años que tengo. Todo perfectamente orquestado y elaborado. Tan maravillosamente simétrico...

Y aquí estoy ahora, en lo más alto de Nuestra Señora, a unos 23 segundos de saltar. Solo espero no aterrizar sobre alguien como en aquella película .. Amelie. Un momento ¿Como en aquella película? No... no puede ser. Esto ya lo ha hecho más gente... no es original. No es nuevo. No es especial. Solo seré uno más de los que han saltado desde aquí. No.... Tengo que irme, buscar otra manera, pero ¿Cual?

...

Ya esta. Esta vez es la buena. He orquestado una maravillosa trama. Un elaborado escenario que hará justicia a mi hazaña. Lo primero, he ido a un anticuario que conozco, donde he adquirido una arma, una replica del Colt del .45 que utilizaba el General Patton. Troquelada, con empuñadura de marfil y sus iniciales grabadas. Más que una replica, es una pistola gemela, fabricada justo a continuación de la original. No ha sido barata, pero no es nada que la fortuna de mi padre no pueda pagar. Un gran arma, para un dueño aun más grande. Una exquisita pieza de coleccionista que le dará la distinción que busco a mi gran número.


También adquirí un gramófono y una copia de la Sinfonía Inacabada de Schubert. Un disco de 1910. Muy antiguo. Al verlo decidí que seria el último elemento de mi suicidio. Una cantidad obscena de dinero para un final que todo el mundo recordara.
He alquilado una habitación en uno de los hoteles más antiguos de todo Paris. Según cuentan, los mismísimos Scott y Zelda Fitgerald se alojaban aquí durante sus salidas nocturnas por la ciudad. El escenario perfecto.

Llegue al hotel hace 15 minutos y ya esta todo preparado. He colocado el sillón frente al balcón, para tener una panorámica de la ciudad digna del recuerdo. He puesto el disco en el gramófono a todo volumen. Tengo la pistola en la mano y cargada. La apoyo en mi sien. Tomo aire y me dejo llevar por la música. Un último vistazo y... un momento. La música. El disco. Esta rayado. No. No. No. No puedo hacerlo con un disco que no se escuche a la perfección. No puedo. ¿Que sentido tiene poner tanta atención a los detalles y luego suicidarse con un disco rayado de fondo? No.
Sera mejor que lo quite. ¿Y ahora que hago? No puedo esperar a buscar otro disco. No me daría tiempo a encontrarlo para hoy, y si no lo hago hoy se perderá la simetría del 23. Además de todas las notas que he enviado anunciando lo que voy a hacer. No, tiene que ser hoy. Lo haré sin música. Quitare el disco y ya.
Ahora me sentare en el sillón y haré lo que he venido a hacer.

Ya esta. Las vistas perfectas. El frío del cañón en la sien. La cabeza apoyada en la fría piel sintéticas de la cabecera del sillón. Todo perfecto. Voy a...¿Piel sintética? ¿Que hace un sillón de piel sintética en un hotel victoriano? Se supone que los muebles son todos antigüedades de época restauradas... No puedo hacerlo aquí. No. No. Así no es como quiero que sea. ¿Que hago? ¿Uso la cama? No... es un colchón moderno, seria lo mismo... Mmm La bañera. Sí, la bañera. Es una bañera victoriana autentica. De bronce, con embellecedores de oro. Es ideal. Además, así será más fácil de limpiar para el personal de limpieza del hotel. Es la mejor opción. Renuncio a las vistas de Paris, pero es un mal menor. Bien.

Y aquí estoy. Mejor me quito los zapatos para entrar en la bañera. Ya esta, zapatos fuera. Ahora meto el pie izquierdo, ahora el derech... !ah! ¡Me resbalo! Estoy cayendo. La imagen de mi cuello roto aborda mi mente, seguida de imágenes de toda mi vida. ¡Voy a morir de un resbalón en la bañera! Cuando mi cabeza se acerca al suelo frió del baño agito los brazos con la esperanza de asirme a algo, a cualquier cosa, y una nueva idea alcanza mi mente : No quiero morir. Dios, no quiero morir. Y cuando mi cabeza golpea el suelo, el estruendo ensordecedor del arma disparándose me embota los oídos. Cuando la policía reconstruya la situación van a estar riéndose de mi durante semanas. Pasaré a la historia como el suicida más ridículo del mundo. ¡Y ni si quiera quiero morir! Sólo quería ganar a la muerte, y al final ella es la que me gana a mi. Y que dolor de cabeza y... ¿Qué? No he muerto. ¡No he muerto! A los muertos no les duele la cabeza. El disparo dio en le techo. El resbalón me ha provocado un dolor de cabeza, pero solo eso. Dios, estoy vivo. No me lo puedo creer.

Y con mis recientemente descubiertas ganas de vivir,me llena una euforia desmesurada que me empuja a levantarme y salir corriendo y gritando: "¡Estoy vivo!¡Estoy vivo!" Salgo de la habitación y bajo por las escaleras como una centella y sigo gritando. Atravieso la recepción y salgo a la calle. Sigo gritando y no soy capaz de parar. La euforia me domina. La gente me mira, pero sigo corriendo entre el bullicio sin parar de gritar y de correr. Todo se vuelve un borrón a mi ordenador. Las caras de la gente están difuminadas. Estar vivo es geni...¡Autobús! Salto y me libro de morir atropellado por un gigantesco autobús. Es la segunda vez hoy que me libro de la muerte. Me cuesta respirar de la emoción. La gente me mira, pero no consigo articular palabra. Estoy completamente en shock. Parado en mitad de la calle. El trafico esta detenido, bloqueado por el autobús que dio un giro brusco para esquivarme. En mis oídos zumba un agudo silbido que se hace cada vez más fuerte. Miro hacia arriba lo veo. Y décimas de segundo después, todo se vuelve negro  con un sonido atronador. El sonido que hace una pequeña piedra no mucho mayor que una pelota de tenis al impactar contra el suelo tras haber atravesado mi cráneo, y antes que eso los 14 km de atmósfera terrestre y antes millones y millones de años luz a través de sistemas solares, galaxias, y el vacío del universo. Y luego el silencio.

Y así fue como justo en el día y la hora que había escogido para mi victoria final sobre la muerte, justo en el momento que yo había decidido que iba a morir antes de cambiar de idea, morí.

Unos días después, empezaron a llegar las 23 cartas a los destinatarios, en las que les informaba de que iba a morir, justo cuando lo hice. Y mi muerte se convertirá en un gran misterio. Durante años la gente se debatirá sobre si fue casualidad, o una extraña capacidad para ver el futuro lo que me llevo a anunciar la fecha y hora exactas de una muerte, causada por un factor tan arbitrario e impredecible como un meteorito.

Llega la media noche, y el día se acaba. Hoy era lunes 23 de Agosto, y fue el día en que la muerte me venció dándome la trascendencia que siempre había soñado tener, y resulto que tostadas, huevos revueltos, un pomelo y una camarera fue la última comida que hice antes de morir, aun que he de añadir, que esa no fue la última vez que Victor Rochafort piso la tierra, pero esa, como suele decirse, es otra historia.

sábado, 24 de noviembre de 2012

¿Qué podria salir mal?


Bienvenidos hijos e hijas del rock & ro... ¿Que? ¿Qué esto no va aquí  ¿Cine?¿Por que carajo íbamos a hablar de cine? ¿Que estamos en el aire? Uh eh... esto... mmm ¡Bienvenidos... gente en general! ¡Al parecer hoy vamos a hablar de cine!
Los que me conozcan sabrán (y los que no me conozcan lo sabrán ahora) que uno de mis momentos favoritos del año tiene lugar durante una semana, a finales de Agosto, principios de Septiembre. En esa fecha tiene lugar un pequeño festival de cine. No, no estoy hablando del FICXixon, eso es en Noviembre y se llena todo de los zombis-culturetas del siglo XXI: Los Gafapastas. Yo os habló del Festival de Cine Peor... Imposible.
En él, se reúne gente de todo tipo pero con una afición en común  El cine Malo. Pero malo, malo. Tan malo, que es hasta histriónico. Tan malo, que es imposible verlo sin reírse. Y en el tienen cabida cualquier tipo de película de este nivel de maldad.
Desde que era pequeño, he sentido debilidad por este tipo de películas. Inolvidables tardes viendo las películas del Vengador Tóxico, la Lengua Asesina, la peli de Nick Furia protagonizada por David Hasselhoff (¿quien iba imaginarse que 20 años después y gracias a los éxitos de Ironman, el Capitan America, Thor, y sobre todo Los Vengadores asociarían para siempre a este personaje con la cara de Samuel L. Jackson relegando a la versión del pobre David Hasselhof al olvido más absoluto? Realmente nadie, porque ya nadie se acordaba de ella)

Pues bien, niños y niñas. En esta sección que hoy comenzaremos repasaremos películas que reúnen puntos de sobra para ser visionadas algún año en este festival. Pero no voy a rebuscar en el baúl de la serie B, no, no. Van a ser todas películas que nacían con la pretensión de ser cine comercial, del bueno. Con dinero gastado en sus promociones. Con actores conocidos. Con todo para triunfar. Con todo para estrellarse.

Y asi, sin ningun orden concreto comenzamos. Bienvenidos a...


Cartel a la altura de la sección.


Jason X



El primer truñaco digno de ser visto de hoy es la décima parte de Viernes 13.
¿Por qué no llamarlo Viernes 13 parte 10 o algo así? La idea era relanzar la franquicia para captar nuevo público. Gente que ante un 10 en el cartel hubiese pasado de largo sin prestarle atención. Curiosamente, si se hubiesen planteado esto 5 años después  seria un proyecto llamado Viernes 13: El Origen. Y 5 más tarde seria un remake/reboot de la primera. Pero decidieron relanzarlo en ese momento. ¿Que hacer? Cambiarle el nombre: Jason. Los fans acerrimos sabrán que se trata de su querido psicópata de mascara de hockey, así que cumplen con los viejos y atraen a los nuevos .Todo perfecto ¿No? Y no renuncian al pasado. ¿Es la décima parte? Pues le ponemos una X, que en números romanos es 10 y todos contentos. Además, las X molan. X de eXtrmo. X de X men. X de cine X. Las cosas con X se venden solas.
Solo hace falta un cambio de escenario, que el lago aquel ya no daba para más. Y ya esta todo hecho.

Es el futuro, y el ejercito decide tomar cartas en el asunto y frenar a Jason de una vez por todas. Militares torpes, casquería cutre, y el furor asesino de Jason se desata. Y al final, de milagro, consiguen congelarlo en una cámara diseñada especialmente para ello. Previo sacrificio de un militar que se queda congelado con él a medio apuñalar¿Qué película más corta eh? Pues no, esto solo acaba de empezar.

Damos un salto en el tiempo, y descubrimos que la humanidad abandono la tierra ante el exceso de contaminación. Pero no es tan malo como parece. Puede que ahora las Erasmus peligren, pero sabemos gracias a Jason X, que en el futuro nos dará la risa ¿irse a estudiar por Europa? No, lo molón es mandar a un grupo de estudiantes en una nave espacial a estudiar como van las cosas en la tierra.
Estudiantes Americanos. Ya sabéis, por el cine en general que son medio idiotas. Y oyé ¿no bajan a la tierra y lo primero que se encuentran es la base donde Jason esta congelado? Si eso no es nacer con una flor en el culo, que baje dios y lo vea.

Los estudiantes ven la escultura de hielo que forman Jason y su apuñalada victima, y deciden llevárselo a la nave para estudiarlo. Seguro que va a salir bien.

Una vez en la nave, deciden descongelar al pobre soldado para charlar con él un ratito y que les cuente como era todo en el pasado (el futuro para nosotros, pero no os preocupéis que no cuenta nada que nos estropee la sorpresa de lo que pasara en los próximos 200 años) ¿Que podría salir mal?

Pues los torpes de ellos la cagan, y a uno se le cae el cuchillo jamonero de Jason encima y pierde un brazo. Pobrecico. Se llevan al señor militar a ver que les cuenta y mientras: ¿que haríais vosotros si tenéis a un asesino psicopata inmortal congelado descongelándose a vuestro cargo? Pues la respuesta para estos estudiantes es muy facil experimentar con el y ponerle partes roboticas ¿Que podría salir mal? Y despues: sexo Se ponen a hacerlo ahí, justo al lado. ¿Que podría salir mal?
Pues se conoce que Jason es de esos que tienen mal despertar.
Estudiantes torpes, casquería cutre, y el furor asesino de Jason se desata. Ridículas formas de matar y morir.

Momentazo inolvidable: Cuando intentan detener a Jason en la sala de hologramas. Pero no os cuento más, que si no os destripo toda la película.


Virtuosity:


Idea: Tienes a Denzel Washington en un momento de fama creciente y a un Russell Crowe que antes de L.A. Confidencial, antes de EL Dilema y antes de Gladiator apuntaba maneras. Ya tienes la mitad del trabajo hecho ¿no?

La peli es cutre y mala a más no poder: Denzel es un antiguo policía que ahora esta en la cárcel. Tenemos a un cínico nihilista y pelo largo, desencantado de la vida por las tragedias que le llevaron a la situación actual.
El bueno de de Denzel ayuda a sus carceleros probando un simulador de entrenamiento para los policías del futuro. Hasta ahí todo más o menos normal ¿No?
Resulta que el simulador se apoyaba en una inteligencia artificial fabricada a partir de los patrones mentales de 68 de los peores criminales, psicópatas y terroristas de la historia. Idea buena buena donde las haya.¿ Que podría salir mal? Se conoce que los guionistas no habían visto Terminator y desconocían lo que puede hacer una inteligencia artificial desatada. Ah! por cierto, es Russell Crowe sobre actuado y ridículo.

En paralelo, uno de los programadores descubre una tecnología de nanobots que permite regenerar miembros perdidos, y en un momento dado, se le ocurre probarlo fabricando un cuerpo para esa inteligencia artificial basada en 68 supercriminales que es Russell Crowe. ¿Que podría salir mal? Policías torpes, casquería cutre, y el furor asesino de 68 supercriminales en 1 se desata.

¿Como detener a un asesino imparable que se autorregenera? Sacando de la cárcel al único policía que le había vencido cuando era un simple programa informático. ¿y quien es ese? EL melenas de Denzel, al que le cortan el pelo, y con él, todo el cinismo que había mostrado la primera media hora de película desaparece convirtiéndose en un soso llorón.

A partir de aquí, persecuciones y delirios noventeros.

La historia avanza y descubrimos porque Denzel esta en la cárcel:  Un conocido terrorista/asesino había secuestrado a su mujer y a su hija. El pobre Denzel fue a rescatarla justo cuando la prensa estaba en la base del malo entrevistándole (¿?). Se abre paso hasta encontrar a su familia atada a una bomba, y al intentar sacarlas de ahí, detona. El terrorista se regodea ante la prensa de su genialidad, cuando un Denzel encabronado y con un brazo de menos, entra en la sala y lo cose a balazos. Ningún jurado del mundo le condenaría: podían haber alegado enajenación mental transitoria o cualquier cosa y el juez hubiese mirado para otro lado. Pero los guionistas no se plantean cuestiones como esas. Le mandan a la cárcel con los peores asesinos y psicopatas de su tiempo y le ponen un superbrazo robótico (¿?)para sustituir al que perdió. Todo muy lógico. A si! Resulta que una de las 68 personalidades es la del terrorista. Ahora esto es personal.

Momentazo inolvidable: La persecución en el ring de lucha libre (o algo asi) o Russell componiendo música con los gritos (?) de sus victimas.

Batman Y Robin



 "Nos hemos cargado la franquicia de Batman".- Geoger Clooney.

Lo decía por algo.

Seamos sinceros: esta película de Batman es más ridícula que la serie de los 60, con un agravante:  La serie de los sesenta tenia ese toque cómico/ridículo a posta, ésta no.

¿Que tenemos?

Un Batman risueño y poco sombrío (?)
Una Batgirl que se pone unas mayas y de repente sabe combatir y saltar por los tejados.
Un Mr. Freeze (Schwarzenegger) contando chistes forzados sobre el hielo o el frio a cada momento: Congelado de verte Arnie, congelado de verte.
Muchos primeros planos de culos para lucir cuerpazo.

Con todo esto, realmente la historia da igual.

Momentazo inolvidable: El traje de Batman tiene pezones. (?)

Y él de Robin.

Curiosamente el de Batgirl no tenia unos pezones tan prominentes.




DINO REX





Voy a ser sincero. Esta ni la he visto. Pero siendo justos: ¿Una película de pareja de policías con Whoopi Goldberg (la mujer sin cejas del cartel) y un dinosaurio antropomórfico (el del jersey rojo y pantalones azules en el cartel)? Muérete de envidia Arma Letal, esta peli si que lo tiene todo. Seguro que mientras la hacian los productores estaban pensando "¿Qué podria salir mal?"



Y con esto acabamos nuestra primer episodio de: ¿Qué podría salir mal?. El segundo estará listo en breve,(aunque se aceptan sugerencias para futuras entregas). Estad atentos a vuestras pantallas.









lunes, 29 de octubre de 2012

Hagamos un alto en la programación habitual


Informamos a nuestros espectadores que la siguiente historia esta basada en un hecho real y describe situaciones que pueden dañar la sensibilidad de determinadas personas. Los nombres de las personas implicadas y las marcas comerciales originales han sido hábilmente alteradas hasta ser prácticamente irreconocibles.


El telón se abre y las luces están apagadas. De repente, la luz se va haciendo mostrandonos un atractivo joven junto a un expositor que contiene un teléfono  Se trata de un promotor dando a conocer el nuevo terminal de una conocida marca. Una pareja de jóvenes entra en escena.

PROMOTOR: Hola Chicos! ¿Os gustaría que os enseñase el nuevo teléfono eXtremo S de Choni mientras  
esperáis a que os atiendan?

CHICO: No, no te preocupes, vengo a tiro fijo a por un móvil concreto, y no me vas a convencer para que compre otro.

PROMOTOR: Bueno, nunca se sabe... aunque por escucharme tampoco pierdes nada.

CHICA: Bah! Tiene razón. Aquí hay mucha cola, así esperamos entretenidos.

CHICO: Vaaaale, pero no pienso cambiar de idea.

PROMOTOR: Bueno, pues vereis, es eXtremo S de Choni es el nuevo móvil de Choni International. Es un móvil de gama alta, que han hecho para hacer frente al nuevo AIFone 4 de Pinneapple.

CHICO: Si, justo a por ese vengo.

CHICA: Si, a por ese venimos

PROMOTOR: Pues entonces igual si que al final os interesa lo que voy a contar...  veréis, ¿veis que el Aifone tiene el sistema Chominada 4? Pues este tiene el Chominada 5. Es igual que el otro, pero una millonesima parte de segundo más rápido.

CHICO: Sí, lo sera, pero el AIFone tiene una cámara de rayos X que te deja grabar hasta a través de las paredes.

PROMOTOR: Si, pero de Rayos X que no atraviesan el plomo. El eXtremo S tiene rayos Z, y el plomo dejara de ser un problema.

CHICO: Bueno, tal vez, pero el AIFone es el móvil más grande del mercado, apenas te entra en un bolsillo.

PROMOTOR: Ah, eso era antes, ahora este es el más grande. Necesitaras una riñonera para llevarlo. Y una faja de estas para no lesionarte la espalda por levantar pesos.

CHICO: Tonterias. El nuevo AIFone tiene una pantalla que distingue 35 millones de colores. 34 de los cuales son imperceptibles para el ojo humano.

PROMOTOR: El de Choni diferencia 35 millones uno. Y además también el espectro ultravioleta, para que la pantalla sea visible hasta para las abejas.

CHICA: Alá! Abejas con móvil...

PROMOTOR: Además tiene la tecnología Pepino 3G, para que puedas actualizar tu facebook casi tan rápido como si usases Wi-fi.

CHICO: ¿y tiene Wi-fi?

PROMOTOR: Tiene

CHICO: ¿Y desfibrilador semiautomático?

PROMOTOR: Tiene

CHICO: ¿Y la aplicación del sable de luz?

PROMOTOR: Tiene.

CHICO: ¿Y tostador?

PROMOTOR: Hace las mejores tostadas a este lado del Titikaka.

CHICO: ¿Y condensador de Fluzo?

PROMOTOR: Hasta un reactor de fusión fría.

CHICO:... y... mmm... ¿Dispensador de pastillas PEZ?

PROMOTOR: Tiene 2. Y un rayo de la muerte incorporado, por cierto.

CHICO: mmm

CHICA: ¿Y tiene buena cobertura para las llamadas?

CHICO Y PROMOTOR: ¿Llamadas? Bwa-ha-ha-ha

CHICO: Cariño, ya nadie llama por teléfono, ahora va todo por whatsapp

PROMOTOR: Si, lo de las llamadas es lo de menos.

CHICA: Jolin, pues esta muy bien el Choni este. ¿Y cuanto cuesta?

PROMOTOR: ¡Uy! ¡Eso es lo mejor! Cuesta la mitad que el AIFone. ¡El AIFone cuesta un riñón  y este solo medio!

CHICA: ¿La mitad? ¡Pero vaya ganga! ¡Si por lo que dices es mejor que el otro en todo!

PROMOTOR: Pues sí, esa es la idea. Estos de Choni sabían lo que se traían entre manos al hacerlo

CHICO: Ya bueno pero no me convence.

CHICA: ¿Por qué cariño? Esta claro que sobre el papel este nuevo es mejor, y si además es más barato...

CHICO: Ya, sí, pero yo tuve el AIFone 3 Extra Plus, y estoy muy contento con él, por eso quiero seguir con AIFone.

CHICA: Cariño, y si tan contento estas con el que tienes... ¿por qué lo vas a cambiar por el 4 si solo hace 9 meses que tienes el 3?

Se oyen risas enlatadas. Se funde a negro y se baja el telón. Y se oyé una voz en off:
-Sabed, que por cosas como estas, estamos como estamos.


Les informamos de que los problemas técnicos están siendo resueltos y en breve volveremos a nuestra programación habitual. 

viernes, 19 de octubre de 2012

La Increible Historia del Creciente Hombre Menguante

¡Pasen y vean! ¡Damas! ¡Caballeros! ¡Niños y niñas! ¡Nadie querrá perderse esta apasionante, espeluznante  inquietante, electrizante, vigorizante y apabullante historia! ¿ O acaso no quieren escuchar la increíble  y sin embargo cierta, historia de Ignatius Augusto Máximo Peabody?

Ignatius era un hombre normal. Tirando a soso. Rayando lo aburrido. Con un trabajo insulso en el departamento de correos. La única luz en su vida, lo único que separaba su mundo del gris tedioso y anodino era su mujer, que sin embargo era tan poco carismática y relevante como el propio Ignatius, Gregoria Magna Libida Sinfona

Tras 15 años de matrimonio, y 10 de noviazgo, Gregoria decidió abandonar a nuestro peculiar antiheroe, cuando éste perdió su trabajo por un malentendido con un saco de correo extraviado. Esto llevo a Ignatius a la depresión. A meterse en la cama y no querer salir, al ser consciente de su insignificancia. Tras dos semanas en cama, Gregoria se replanteo su situación sentimental, y decidió coger la puerta e irse con Facundo Tiernavilla,el pelirrojo charcutero del barrio.

Ignatius se encerró más en si mismo, y perdió todo contacto con el mundo exterior. Nunca había sido una persona carismática, no se había sentido relevante o creído que le importase a alguien y tras dos meses más encerrado en casa, fue más real que nunca.
El mundo siguió girando y acabó por olvidarse completamente de él. No había absolutamente nada en el mundo, ni una triste huella, que atestiguase que alguna vez hubiese formado parte de el complicado organismo llamado civilización humana.

El septuagésimo día de su depresivo encierro empezó a notar cosas extrañas. Empezó al ponerse sus zapatillas para ir al baño. Las noto más holgadas que de costumbre, pero lo atribuyó a que eran ya viejas, y estaban dadas de sí. La cosa se puso más inquietante cuando noto que sus piernas colgaban de la silla del comedor sin llegar a alcanzar el suelo. Ignatius comenzó a inquietarse y corrió a mirarse al espejo del baño.
Nadie midió el tiempo que paso mirándose al espejo hasta cerciorarse de que lo que veían sus ojos era real, pero si lo hubiesen medido hubiesen registrado 45 minutos, justo el mismo número de parpadeos que dio en ese tiempo.

En principio todo estaba bien. No tenia mala cara, para no haber salido de casa en 2 meses. Tenia ojeras, una pelusa incipiente entorno a la cara (nunca había tenido una barba cerrada y era el resultado de no haberse afeitado durante su encierro)... pero nada raro. Hasta que empezó a fijarse en que en el espejo, los muebles que se reflejaban, eran demasiado grandes. El techo, estaba más alto. El lavabo era más profundo. Y el inodoro... su mente no encontró como describir el tamaño del inodoro. Todo a su alrededor era más grande. Y después, en un suspiro se dio cuenta de la verdad. No era todo más grande, era él el que había encogido.

Ignatius se quedo pasmado. Bloqueado. Anonadado. Y volvió a meterse en la cama hasta que se le ocurriese que hacer. Para cuando decidió ir al médico, varios días después, ya se habia reducido a la longitud de 45 cm.

-¿Qué me pasa doctor?
-¿A que se refiere?
-¿No se da cuenta? He encojido
-Mmm... ¿ insinúa que no ha tenido siempre este tamaño?

El Doctor Horacio Haslefhoff, de ascendencia austriaca llevaba 40 años en la profesión, y nunca había visto nada igual. Ni parecido. También hay que decir, que en esos años, había tratado a Ignatius tres gripes, un esguince de tobillo y un embarazo psicológico que resulto ser en realidad un ataque de gases, y sin embargo, no recordaba haberlo hecho. Para él, esta era la primera vez que veía a Ignatius.

-Esto es... curioso. A simple vista, usted ...
-Ignatius.
-...Ignatius, usted esta completamente sano. Es usted una persona con buena salud. No hay ninguna causa medica que explique esto. Ni si quiera creo que haya más casos en el mundo.
-¿Que puedo hacer?
-Bueno... dice usted que no tiene trabajo actualmente, podría trabajar en una feria.
-¿En una feria?
-Bueno, ciertamente, mucha gente pagaría por ver a un hombre de sus características. Y si lo que dice es cierto, que no ha tenido este tamaño siempre, y que va encogiendo a medida que pase el tiempo... bueno, no le veo muchas alternativas. Conseguiría dinero para vivir dignamente lo que le queda de vida.
-¿Lo que me queda de vida?
- Si bueno... ciertamente, si sigue usted encogiendo a este ritmo, no creo que tarde mucho en alcanzar un tamaño incompatible con la vida... o un tamaño que le impida interactuar con el resto del mundo.
-¿En una feria?

El Doctor guardo su equipo, cerró su maletin y se fue murmurando:
-Que cosa más curiosa esta.

Justo una semana después de aquello, Ignatius ya era miembro de la plantilla de La Alucinante Feria de Asombrosos Fenómenos de Cornelius Cobblepot con la espectacular altura de 20 cm. Y justo una semana y un día, realizaba su primera aparición ante el público. Estaba nervioso. Asustado. Nunca le había gustado llamar la atención, y tras ese telón de terciopelo, por lo que él sabia, había una multitud curiosa y ansiosa por ver al increíble hombre menguante. Cornelius había decorado todo el escenario con fotografías que Ignatius tenía de antes de haber encogido. La idea era que la gente fuese consciente no solo del diminuto tamaño que tenia, sino también, de que otrora, Ignatius había tenido una estatura normal para su época. Algo bajito, si, pero nada fuera de lo comun. De esta manera, cuando irrumpiese en el escenario, la sorpresa seria mayúscula. Además su mente de feriante había ideado completar la imagen con un montón de diminutos muebles, de la talla del que iba a ser su gran atracción.

Ignatius trago saliva, y con timidez y miedo a partes iguales salió. Las cegadoras luces no le dejaban ver al público, que guardo silencio ante su aparición. Ni siquiera oía el ruido de sus respiraciones. Bien podría haber miles de personas o solo una, que él era incapaz de atisbarlo.

De repente, un suspiro contenido. Una exclamación de asombro. Un "es increíble" susurrado. Y después, un trueno. ¿Un trueno? No, un trueno no. Un aplauso largo y sonoro. Debía haber cientos de personas aplaudiendo a la vez. Todos aplaudían por Ignatius, y el sintió algo extraño en su interior, algo que no había sentido nunca. Una calidez en su pecho que no sabia describir y que un tiempo después aprendería que es lo que el resto del mundo llamaba "orgullo".

Cada día que salia al escenario, esa sensación se apoderaba de él con más fuerza. Durante 25 minutos, 3 veces al día. Se sentía la persona más importante del mundo. Se sentía completo y realizado. Se sentía feliz. Y a medida que crecía su felicidad, crecía su fama y su publico. Gente de todo el país se desplazaba para verle a diario. Era el ojito derecho del mundo y le encantaba. Lamentablemente, Ignatius nunca había recibido ningún tipo de reconocimiento al vivir en el gris más absoluto, y no sabia como procesar su éxito  No sabia como asimilarlo, y se volvió adicto.

Con el paso de los días, iba añadiendo nuevas cosas a su espectáculo. Aprendió a hacer volteretas y cabriolas. A montar en un diminuto monociclo. A hacer malabares con terrones de azúcar. Todo lo que se le ocurriese para hacer que el espectáculo fuese diferente cada vez. Que la gente tuviese motivos para volver a verle.

Y las mujeres... las mujeres se volvían locas por él. Se peleaban por pasar una noche con la diminuta celebridad. Muchas atraídas por la fama, por el dinero, por fanatismo; otras, por oscuros fetiches inconfesables.

Y entonces, un día, tal como vino  se fue  Ignatius se acostó una noche sintiéndose la persona más importante del mundo y la mañana siguiente, la realidad de dio una pequeña bofetada.

Se sentía extraño en el cajón de la cómoda que había convertido en su cama. Como si de repente el cajón se le hubiese quedado pequeño. Se levanto y noto como el pijama le apretaba, casi no podía respirar. Intento quitárselo, pero la presión que ejercía sobre él crecía, hasta que de repente el pijama se desgarro liberándolo. Corrió hacia el baño, porque necesitaba mirarse en el espejo, pero a cada paso que daba podía notar como se iba haciendo más y más grande, a medida que se tropezaba con todos sus diminutos muebles. Al final opto por tumbarse en el suelo hasta que todo se acabase.

Tardo media hora en dejar de crecer, a la altura de 2 metros 10 centímetros. Se envolvió en una cortina y salio a buscar ropa y prepararse para su espectáculo, sin acabar de ser consciente de todo lo que acababa de pasar.

Diez minutos después irrumpía en el escenario con una cabriola torpemente realizada, por el cambio en su centro de gravedad. Se enredo en telón, y aterrizo sobre el diminuto mobiliario. Al tratar de levantarse fue consciente de que el público estaba abucheandolo. Los pitidos, chillidos y abucheos saturaron sus oídos a la vez que un tomate impactaba contra su cara, seguido de un sin fin de hortalizas en avanzado estado de descomposición. ¿Quien lleva vegetales podres a un espectáculo de feria? La multitud enfurecida, al grito de "tongo","estafa" y "fraude" no tardo en convertirse en una turba violenta que arrasaba con todo a su pasó. No tardaron en derribar la carpa donde Ignatius hacia su número, pero lejos de acabar ahí la cosa, arrasaron con el puesto de Matilda, la mujer barbuda; la piscina de Billy, el Niño Pez; el terrario de animales exóticos, el puesto de algodón de azúcar y los dos de perritos calientes.

Para cuando pasó la tormenta, 2 terceras partes de la feria estaban destruidas de manera irreparable, y Cornelius Cobblepot llamó a Igantius a su despacho.
- Ignatius... nuestra asociación ha sido fructífera, y breve. Pero después de esto, no hay vuelta atrás.
Voy a tener que prescindir de ti. A decir verdad... de toda la feria.
-¿Qué?
-Sí.
-Pero todo iba bien. Usted me dijo que estábamos teniendo más público que nunca.
- Te voy a ser sincero, las ferias de fenómenos ya no son lo que era...
-¿Y toda la gente que venia a verme?
-!Oh! Tu eras excelente, lo nunca visto. La gente se volvía loca por ti. Hemos sacado dinero para retirarnos los dos. Junto con el dinero del seguro por los destrozos .. No merece la pena reabrir, y además, ya no tenemos gran número.
-¿No tenemos? Se que hoy ha ido mal, pero podemos volver por la puerta grande.
-¿De verdad crees que alguien pagara por ver a un diminuto hombre de dos metros diez centímetros?
-Pero... pero...
-Escucha... no le des más vueltas. Nadie quiere ver a Matilda, la mujer barbuda, ni a Heráclito, el Forzudo Simpático  ni al Orondo Mondo y sus 500 kilos de peso. La gente venia por ti, y eso se acabo. Coge tu parte del dinero, y vive lo que te queda de vida sin preocupaciones.

Ignatius se marchó meditabundo sin saber que hacer. Camino y camino y camino. Recorrió kilómetros, pero con la peculiaridad de que lo hizo en círculos, así que no se alejo mucho de la ciudad. Cuando se canso de caminar, se dio cuenta de que estaba a sólo unas manzanas de su antigua casa. No la había pisado desde que se instalo en la feria. Como no tenia donde ir, encamino sus cansados pies valgos hacia allí.

La casa era igual de gris que la última vez que estuvo ahí. Estaba tal cual la había dejado, aunque todo cubierto por una capa de 2 meses de polvo. Hecho un vistazo rápido, y tomo la posición fetal que tanto confort insulso le había dado semanas atrás.  Y así estuvo 2 días.

La burbuja aislacionista que construyó a su alrededor si rompió cuando oyó la familiar, rasposa e increíblemente chillona voz que le había acompañado tantos años de su vida:

-¿Ignatius?
-¿Gregoria?
-¡Ignatius! ¡Así que es verdad que has vuelto!
- Sí...
- Ignatius... te he echado de menos. La gente del barrio me contó que no sabían donde estabas, hasta que un día les llegaron rumores de que habías hecho fortuna en el mundo del espectáculo. Y  ahora has vuelto y... ¿has adelgazado? ¿estas más alto?
-Es... una larga historia.
-Bueno, da igual. Quiero volver contigo.
-¿Volver? ¿pero no te habías ido con Facuno Tiernavilla, el charcutero pelirrojo?
-¿Que pasa, que me lo vas a estar recordando toda la vida?
- ...
-Ignatius... no te voy a mentir. Nunca quise a Facundo, pero tenia dinero y esta casa me agobiaba y tú... eres tan gris, tan insulso, tan despreciable en cierta manera... que me deje embelesar por Facundo, su cabellera rojiza y sus musculoso torso velludo de charcutero, sus gigantescas y calludas manos de gárgola, ese olor a sangre coagulada, sudor y fiambre, su... Bueno, lo que fuese. Pero no tarde en echarte de menos, y ahora... aquí estoy.
-Pero... ¿le has dejado?
-Algo así... se ha muerto. Iba a despiezar a un cerdo que creía que estaba muerto pero solo estaba adormilado, así que el cerdo se defendió y le ataco.
- ¿Le mato un cerdo?
- No, de la que huía del cerdo, se resbalo con los restos de vísceras del suelo y se callo de cabeza en la picadora de carne.
-¡Dios! Una muerte horrible.
-No, no murió ahí, se libro de milagro.
-¿Entonces?
-Para celebrarlo tomo un brebaje que le vendieron en la farmacia para aumentar su ya de por si enorme virilidad, que reacciono mal con el arsénico que le eche al cocido para asesinarle, y se murió.
-¿Arsénico?
-Bueno, eso no es importante. La cosa es que la charcutería ahora esta a mi nombre. Soy la dueña de todo su imperio de embutidos y salchichas.
-¿Salchichas?
- Si, frankfurts y esas cosas... Entonces, ¿qué?¿volvemos juntos?Entre la charcuteria y lo que has ganado en la feria... ¡Seremos los que mejor vivamos del barrio! ¡Entraremos en "clase media-alta"! ¡A un paso de la "clase alta"!
-La verdad es que no se...
 -¡Ignatius! ¡Es tú última oportunidad! ¡Eres tan insulso que nadie salvo yo te aguantara! ¿Quieres envejecer y morir solo?
-No... no. De acuerdo.
-Bien, entonces te dejo volver conmigo.

Y así, volvieron. Mantuvieron la charcuteria abierta durante una semana, pero tuvieron que cerrarla porque era un negocio ruinoso y lleno de deudas. Que en el barrio a Gregoria se la empezase a conocer como la "Charcutera Asesina" tampoco ayudo a que el negocio despegase. Y vivieron del dinero de Ignatius toda su vida, sin que sucediese nada relevante. ¿Nada relevante? Una cosa si que ocurrió. Justo 7 meses después de volver tuvieron su primer y único hijo. Un gracioso niño pelirrojo de estatura normal, al que llamaron Ignatius Jr. Maximo Minimo Peabody Magna. Ignatius no volvió a cambiar de talla, y mientras criaba a su hijo, y le veía crecer, se sentía la persona más afortunada y relevante del mundo.

Y así  damas, caballeros, niños y niñas, concluye esta insulsa y maravillosa historia, que hace apología del sin sentido de la vida. De esas pobres personas, que encojen al no mirarlas, y se crecen cuando se les observa. Que curiosa es la significancia. Que curiosa es la vida...

Que cosa más curiosa esa

domingo, 22 de abril de 2012

La Historia de Amor de Mike y Cell-I.A.

Esta es la historia de dos robots de cuerda. Esclavos del tiempo. De la voluntad ajena para otorgarles vida a través de su rustico mecanismo. Dos robots quietos. Inmóviles. En un estante. Uno frente al otro. Con la mirada fija en unos ojos que se la devuelven.
Esta es la historia de dos robots de cuerda, que sin moverse, sin mediar palabra, se conocían a la perfección. La mirada de uno era la vía de escape del otro.
Esta es la historia de dos robots de cuerda que se amaban en un silencio inmóvil. Hasta que un día, un niño que pasaba por ahí, le dio cuerda a uno de ellos. Contemplo como cobraba vida con ojos curiosos, hasta que se aburrió y se fue. Y así fue como uno de estos robots, tuvo unos segundos para moverse en total libertad. Y así fue como uno de estos robots, cruzo apurado el escaso medio metro que le separaba de su amor, distancia que antes era infinita, y ya, por fin, junto a ella, a unos pocos segundos del final, de pararse por completo de nuevo, le regalo a ella la libertad momentánea, dándole cuerda. Hasta que al final, ella consiguió la movilidad que el ya no poseía. Le miro con ternura, y le dio cuerda a él. Se miraron, y huyeron juntos.
Esta es la historia de dos robots de cuerda que se enamoraron, huyeron y vivieron para siempre dándose vida el uno al otro.
Esta es la historia de dos robots de cuerda que dejaron de ser esclavos del tiempo, para ser esclavos el uno del otro... pero esto no les molestaba.